No necesariamente. Cada pocos kilómetros hay pueblos donde se puede comprar comida o con restaurantes y bares donde saciar el apetito durante la jornada. Hay que consultar las guías a este respecto, ya que en algunos caminos como el de La Plata, hay trechos bastante largos sin poblaciones. Muchos albergues -sobre todo los privados- ofrecen cenas o disponen de instalaciones donde se puede cocinar. Y si no, siempre habrá cerca algún bar o restaurante que ofrezca menús especiales para peregrinos. Como mucho debes llevar   a mano frutos secos, barritas de cereales y alguna pieza de fruta y sobre todo no olvides el agua.

Alimentación durante el Camino