El camino más largo
La aventura del Camino es elegida por muchos como un reto para superarse a sí mismos pero en el caso de los gallegos Andrés Fraga y Juan Rivas, “Coru” el desafío fue un poco más allá. Aprovechando la celebración del último año Xacobeo en 2010 decidieron intentar algo verdaderamente original. La idea que eligieron fue la de realizar a pie el camino hasta Santiago desde el punto más al norte de Europa Nordkapp (Cabo Norte) en Noruega. A lo largo de siete meses, once países y 6.300 kilómetros vivieron una experiencia única. Fraga confiesa que ahora no lo repetiría pero no se arrepiente de una aventura de las que se llevan a cabo sólo una vez en la vida.
Sin embargo, la mayor dificultad que Fraga y Coru encontraron para llevar a cabo su aventura no fueron la enorme distancia ni los climas extremos a los que se enfrentaron. Lo que estuvo a punto de frustar su reto fue la falta de fondos para financiarlo. “Nuestra idea era hacer algo diferente y transmitir en directo la aventura de realizar un reto así en un momento donde las redes sociales empezaban a ser conocidas pero no habían explotado en España como lo han hecho ahora”, explica Fraga. El escaso tiempo de preparación del proyecto, apenas dos meses, hizo que los patrocinios que obtuvieron no permitiesen financiar por completo los gastos, a pesar de que no eran muy elevados.
Finalmente, con ayuda de los que se implicaron en seguir la aventura consiguieron llegar a Compostela a principios de diciembre, después de siete meses de travesía donde recibieron la ayuda de muchas personas que les invitaron a dormir, comer y beber en muchas ocasiones. Los caminantes viajaban con tienda de campaña y tras realizar su etapa diaria dormían en la tienda de campaña que llevaban. Aproximadamente cada diez días hacían una parada en alguna ciudad para quedarse uno o dos días y dormir al menos una noche en una cama.
Fraga es alguien autorizado para dar algunos consejos a los caminantes, después de una experiencia que le llevó a destrozar siete pares de botas, perder 12 quilos y a que su talla de pie aumentase, hasta que meses después del final del camino todo volvió a su lugar. “Al que quiera hacer un Camino de largo recorrido le recomiendo programarse bien, ponerse objetivos semanales y planear días de descanso. Nosotros comenzamos haciendo etapas de 14 kilómetros y al final llegábamos a hacer 60. No andábamos muy rápido pero cuando llegamos a España nos dimos cuenta de que hacíamos muchos kilómetros diarios más que la mayoría de los peregrinos”, explica Fraga. Cuidar el pie y no reparar en el uso de crema hidratante son otros de los consejos de este experto caminante.
Frente a lo que cabría esperar el frío de los países nórdicos no fue el mayor enemigo de estos dos maratonianos, que iniciaron el camino a finales de abril. Lo peor fue el calor en las etapas de Centroeuropa y los mosquitos. La higiene personal se complicaba y por eso cuando entraban en una ciudad lo primero que hacían era ir a ducharse porque su presencia se presentía desde lejos. A lo largo de su travesía atravesaron once países: Noruega, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Alemania, Suiza, Francia y España.
A la pregunta de si repetirían la experiencia, Fraga se remite a la respuesta que suele dar su compañero Coru: es una experiencia irrepetible en todos los sentidos. Fraga se plantea hacerlo un día en bicicleta y en compañía de su familia, con la que ya ha realizado algunas rutas (de menor extensión, por supuesto) cicloturistas por Francia y otros países europeos.
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