Dormir en el camino: albergues
El Camino de Santiago está lleno de alternativas para dormir, muchas de ellas de precios muy similares… por eso, responder a esta pregunta no es tan fácil como podría parecer a primera vista. Los alojamientos más famosos son, claro está, los albergues, pero también entre ellos existe una gran variedad: públicos y privados, de asociaciones y religiosos… y con una gran diversidad de precios.
Cada peregrino debe elegir en función de su propia personalidad y situación, del tipo de Camino que quiere realizar, pero pensamos que también puede ser de ayuda evaluar de forma general algunos servicios, ventajas e inconvenientes de los diferentes tipos de alojamientos.
Los albergues son los alojamientos más utilizados por los peregrinos, los más famosos y conocidos, presentes en todas las guías y concebidos de forma específica para los peregrinos. Por esta razón, son sin duda muy aconsejables y llenos de pros…
Por un lado te permiten continuar inmerso en el Camino, encontrar a numerosos peregrinos y compartir con ellos tu experiencia. En los albergues se socializa, se comparten las experiencias, se aconseja, se escucha… Además existen numerosos servicios, por ejemplo, en muchos de ellos es posible cocinar tu propia comida, casi todos cuentan con lavadoras y secadoras y, en general, quienes trabajan en ellos suelen tener mucha información y conocimiento del Camino, pudiendo resolver las dudas y preguntas de cualquier peregrino.
Otro aspecto muy ventajoso es el precio, suelen ser bajos, aún en el caso de los albergues privados. En general dormir en un albergue es la opción más barata para el peregrino. Entre ellos los más baratos suelen ser los públicos, la mayoría municipales, con un precio de unos 5 o 6€ por noche. En el caso de los albergues privados, los precios son algo más caros pero tampoco mucho, manteniéndose en general entre 8 y 15 euros. Existen también albergues de donativo, casi todos religiosos (parroquiales o de monasterios) que funcionan por medio del donativo, pero son pocos y en temporada alta suelen estar muy llenos.
¡Pero no todo son ventajas! El buen precio es posible porque los dormitorios suelen ser comunitarios, a veces con un número grande de literas… y no todos consiguen conciliar bien el sueño o soportar los ruidos y movimientos que pueden producirse de noche… Decir que algunos de los albergues más célebres del Camino han optado por crear dormitorios específicos para “roncadores” lo aclara todo.
El mayor problema, sin embargo, suele ser el del agotamiento de las camas. El problema se concentra sobre todo en los albergues municipales, donde en temporada alta casi todas las camas suelen ocuparse al poco tiempo de su apertura y eso si los albergues no permiten reservas… Cuando reservar es posible es importante hacerlo por Internet para ahorrarse después las carreras competitivas en el Camino, una práctica muy poco recomendable para un peregrino. En los albergues privados el problema no suele ser tan grave y encontrar una cama disponible suele ser más fácil.
Por otro lado, a pesar de que sus prestaciones tienen muy en cuenta las necesidades de los peregrinos, no pueden ofrecer ningún servicio de lujo: sábanas de tela, un baño individual o siempre disponible no está garantizado.
Más información en nuestra sección Guia de alojamientos: http://elcaminotheway.com/guia-de-santiago-compostela/guia-alojamientos-santiago-compostela
