Vinos del Camino: El Rioja
La Denominación de Origen Controlada Rioja se produce en los márgenes del río Ebro, en el noreste de España. Probablemente su producción comenzó con la llegada de los romanos, quienes introdujeron el cultivo de la vid en la Península Ibérica, desarrollándose su cultivo a lo largo del Camino de Santiago, particularmente de la mano de monjes y monasterios como el de San Millán de la Cogolla.
Foto: Shaury
Numerosos hechos históricos confirman la gran importancia del vino en esas tierras, así el siglo XII encontramos al Rey Sancho otorgándole protección jurídica, mientras que en el siglo XVIII sabemos que los alcaldes de Logroño llegaron a prohibir la entrada de carros en el centro de la ciudad para evitar que las vibraciones que producían pudiesen dañar la calidad del vino.
Muchos de los mejores vinos de España se producen en estas tierras, tintos de diversas bodegas, marcas y estilos. Las variedades autorizadas para los tintos son el tempranillo (variedad más utilizada con diferencia), garnacha, graciano y mazuelo; mientras que para los blancos se utiliza la variedad macabeo, malvasía y garnacha blanca.
La zona actual de producción supera las 63.000 hectáreas que se extienden por La Rioja, Álava y Navarra, particularmente a lo largo del río Ebro, que se dividen en tres subzonas muy claras según su clima, suelo y producción. La Rioja Alta, en la parte derecha del Ebro, entre Haro y Logroño, con clima continental-atlántico y suelo arcilloso-calcáreo y ferroso, es la más emblemática y en ella predomina el uso de tempranillo. En La Rioja Baja, situada al sur de Logroño, con clima mediterráneo-continental y suelo arcilloso-ferroso, se utiliza más la garnacha y se producen vinos de mayor cuerpo y color. La Rioja Alavesa, que comprende varios municipios de Álava y ha sido tradicionalmente el lugar de producción de vinos más jóvenes, con un clima y suelo similar a los de La Rioja Alta produce principalmente tempranillo.
Los tintos “genéricos” han ganado terreno pero todavía existen riojas clásicos marcados por envejecimientos más largos tanto en barrica como en botella.