Recorrer el Camino de Santiago
El mayor logro del Camino de Santiago es unir a personas de generaciones, nacionalidades y motivaciones muy diversas. Además de los motivos religiosos hay un sinnúmero de razones para hacer este Camino milenario. Gracias a la óptima infraestructura con rutas bien señalizadas y una densa red de alojamientos, el Camino de Santiago es el sendero de gran recorrido ideal para todos los que quieren vivir por primera vez la aventura de un largo viaje a pie. Los monumentos arquitectónicos y culturales, que nos ofrece lo convierten en un recorrido único por la historia de España.
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¿Qué llevar en la mochila?
Que nadie se engañe: el equipaje del peregrino debe contener lo estrictamente necesario. Hay que pensar que irá con nosotros a todas partes Y durante muchos kilómetros, entre 15 y 35 diarios en función de la forma física y los objetivos marcados. Es puro sentido común comprender que el sobrepeso en la espalda puede ser nuestro peor problema en el Camino, responsable de daños en los tobillos y las rodillas.
Recorrer el camino a través de los libros
Burgos, una de las ilustraciones del libro ’Camino de Santiago’, de David Pinto Ya se puede recorrer el Camino de Santiago sin moverse de casa gracias al fantástico libro de ilustraciones de David Pintor (publicado por Treseditores), que ha plasmadolos diez lugares más emblemáticos de esta ruta. “Es parte de una colección de libros de viajes ilustrados –asegura David- que la editorial está encargando a numerosos ilustradores españoles sobre lugares de Madrid, Barcelona, Cádiz, Sevilla…”
Que comer durante el camino
El gasto energético que requiere emprender el Camino de Santiago es muy superior al de una jornada cotidiana, por lo que habrá que compensar este desgaste con una buena alimentación. Es fundamental beber mucho, también después de la marcha y rellenar las cantimploras con regularidad.
La concha: su relación con Santiago y las peregrinaciones
La concha, emblema de peregrinación, “signum peregrinorum”, afortunado logo desde al menos el siglo XII, tuvo otros usos paganos y cristianos a lo largo de los siglos hasta llegar a desarrollarse enormemente en el período medieval como elemento heráldico, arma de Santiago, su catedral, su ciudad, sus peregrinos... Adoptaron la concha quienes llevaban su nombre y quienes recorrían sus caminos cubriendo de vieiras las fachadas de sus palacios, sus escudos de armas, las lastras de sus sepulcros.
